En 1999, un partido de la liga local en Honduras entre el Club Deportivo Platense y el Real España quedó grabado en la historia por su duración inusual. El encuentro se extendió a 40 minutos debido a un error en el cronómetro del estadio. La situación se convirtió en una curiosidad para los aficionados y en un recordatorio de que el fútbol siempre tiene sorpresas inesperadas.